lunes, 26 de marzo de 2018

RECUERDOS DE DON ATA


Las danzas argentinas, en los teatros y en las salas tradicionalistas se bailaban respetando carácter, espíritu y coreografía. Distancia, ademán gentil, y ausencia total de “divismo”. Nadie se desvivía por ser la primera figura. Cada cual lo era en el preciso momento.
Los malambistas antes que zapateadores, eran bailarines. Nadie era tipo “standard”. Cada uno tenía su personalidad, su prestigio de responsabilidad.
Nadie jugaba -dentro de las danzas criollas- al “bolero de Ravel” ni al uso españolísimo de girar unidos cadera a cadera, como notamos hoy, en teatros, salas y peñas, donde la mayoría de evolucionados artistas criollos luchan por matar lo puro del folklore, para luego luchar por resucitarlo “a su manera”…..
 (De: “El Canto del Viento” -Capítulo Destino del Canto-, de Atahualpa Yupanqui)

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

SANTOS VEGA

  Lejos de ser un mito como se cree, fue hombre de carne y hueso, cuya fama sentó reales en el mediodía bonaerense, y luego, en alas de aque...